Los
rayos de sol entraban por la ventana levemente. Me desperté y Mamen no estaba
en la cama, qué madrugadora. Miré el reloj, eran las 7 de la mañana. Vaya,
había dormido bastante, me acosté a las 9.
Fui
a la cocina y vi una nota que decía:
“He salido a comprar el desayuno. Vuelvo
pronto. Os quiero chicas. PD: sé que esta nota la leerás tú, Paula ajajaj.
Enseguida vuelvo, Mamen”
Será
personaja. Había acertado, Elvira seguía dormida. ¿Pero cuántas horas podía
dormir esta tía sin parar? En fin. Fui a la bañera y estuve un rato ahí. Me
vestí con algo cómodo y oí el ruido de la puerta.
-
¡Buenos días Pauli! ¿Qué tal has dormido?
-
Genial Mamen, gracias. ¿Qué has traído para desayunar? Me muero de hambre.
-
Pues he ido al Starbucks y me lo he traído todo. Esto es para ti…- Dijo Mamen
mientras sacaba chocolate caliente y un muffin enorme de chocolate.
-
¿Tú sabes que te amo no Mamencha? ¡Eres la mejor!
-
Jajaja te quiero Paula. Oye, ¿y Elvira?
-
Tú que crees…- dije mientras me zampaba el muffin… qué bueno estaba.- Está en
su nidito de amor.
-
Payasa.- las dos reímos.
Desayunamos
tranquilas. Decidí despertar a Elvira. Cogí una cacerola y un cazo y empecé a
gritar por toda la casa:
-
¡¡¡A despertarse!!! ¡¡¡A despertarse!!!- momento máximo de disfrute.
Dejé
las cosas en su sitio y fui al cuarto de Elvira.
-
Cuidado que te muerde.- dijo Mamen riéndose. Yo también reí.
Entré
en la habitación de Elvira. ¿¡Seguía dormida!? Increíble. A esta no le
despertaba ni una bomba nuclear. Me abalancé sobre ella y empecé a sacudirla.
-
Elvis, ¡levántate!
-
Ay déjame…
-
Está saliendo Liam por la tele…
-
Me da igual…- seguía con los ojos cerrados.- Espera ¿LIAM?
-
Sí, Liam. Liam Payne.
-
Bueeeno… Venga me levanto.
¡Lo
conseguí! Había despertado a Elvira. Fuimos a la cocina y cuando se dio cuenta
de que Liam no estaba en la tele, me pegó. Mamen y yo nos reímos a más no
poder.
-
¿Cuál es el plan para hoy chicas?- dije mientras me sentaba en el sofá.
-
Podríamos ir a dar una vuelta, ¿no?- propuso Mamen.
-
Hay que comprar comida tías…- Elvira todavía estaba dormida.
-
Come y calla mi amor.- le dije mientras le tiraba una revista.
-
Pues entonces damos una vuelta y luego vamos a un súper, ¿no?- Mamen siempre
tan organizada.
-
Estupendo, y comemos por ahí y eso.
Nunca
olvidaremos nuestro primer día en Londres, fue de los mejores. Dimos vueltas
por toda la cuidad, nos hicimos mil fotos, comimos fuera y sobretodo, nos
reímos muchísimo. Pero ese fue tan sólo el primer día. Londres nos tenía
preparadas muchas sorpresas más. Y eran enormes.
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