Ya
llevábamos una semana en Londres. Hicimos de todo: visitamos el Big Ben y el
Buckingham Palace, nos montamos en el London Eye ¡vaya vistas!, dimos una
vuelta por Picadilly Circus, entramos en el museo de cera… Todo lo que hace una
persona nada más llegar aquí. Fuimos a todos los centros comerciales de la
cuidad y nos compramos millones de cosas. Ya teníamos hasta cafetería
preferida. Nos hicimos miles de fotos. Estábamos muy felices las tres, se
notaba. Yo hablaba con mi familia día sí, día no e hice un par de videollamadas
con ellos. Con Edu hablaba casi todos los días también. Realmente le echaba de
menos. Ése día decidí irme yo sola a perderme por las preciosas calles de
Londres. Dejé una nota a las chicas que decía.
“Me he ido sola por ahí, quiero
perderme. Si queréis algo, llevo el móvil encima. No me echéis de menos ;). Os
quiero niñas.”
Estuve
dando vueltas por ahí toda la mañana. Me encantaba mi nueva vida. Era
superfeliz. Aunque echaba de menos España… esto me gustaba de verdad. Estaba
admirando la belleza del Big Ben cuando una voz masculina me sorprendió.
-
Hola señorita. ¿Le puedo ayudar en algo?- un chico inglés, más o menos de mi
edad, alto, moreno, con unos ojazos verdes impresionantes, me estaba saludando.
-
¡Hola! Pues mira no, muchas gracias. Llevo una semana aquí pero parece que
llevo años.- el chico sonrió, era bastante guapo.
-
Me llamo Robert. Y lo de si necesitabas algo era una excusa, solo quería
acercarme a conocerte.
-
Yo soy Paula, encantada. Eres muy amable Robert.- le tendí la mano.-¿Cómo
sabías que no soy de aquí?
-
Fácil, llevas una cámara colgando, un mapa, y miras al Big Ben, es bastante
fácil de adivinar.
Pues
claro, qué tonta era. Daba en el clavo de extranjera perdida en necesidad de
ayuda.
-
Buaf, es verdad. ¡Qué tonta!
-
Hablas muy bien inglés, ¿de dónde eres?
-
Pues soy española. Muchas gracias por lo de hablar inglés, me encanta tu
idioma, y ya tengo el título bilingüe.- Vale, quería presumir un poco.
-
¿Y qué hace por aquí una chica española tan guapa como tu, Paula?
-
Pues estoy aquí con mis dos mejores amigas, hemos alquilado un loft en el
centro, porque hemos decidido no hacer nada este año, y disfrutar aquí.
-
Oye, qué buena idea.- Le sonreí.-Me preguntaba… ¿quieres venir a comer conmigo?
Conozco un restaurante aquí cerca con comida española muy buena.
-
Me parece estupendo Robert, vamos.
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