lunes, 23 de abril de 2012

CAPITULO VEINTITRES


La cara de Elvira era un poema. Era una mezcla de felicidad, sorpresa y confusión. Liam la miraba contento mientras todos íbamos a abrazarla, las primeras Mamen y yo.
- Sois unas guarras. Yo sabía que teníais algo preparado, lo sabía…
- ¡Claro que sí, Elvira!- dije irónica.
- Pues sí, ¿vale?- dijo ella.
- No tenías ni idea.- aseguró Mamen.
- Ni la más mínima idea.- dijo Elvira.
Las tres nos fundimos en un intenso abrazo.
- ¿Elvira? Elvira no tenía ni idea, venía relatando no sé qué de que no le habíais hecho nada, que si que malas amigas erais, que si se iba a ir de casa…- dijo Liam riéndose.
Elvira le calló con un beso.
- ¡Cállate!
Presentamos a Elvira a todos los invitados de la fiesta, no eran muchos. Estábamos sentadas conversando con unos amigos de los chicos cuando se acercó Louis.
- Tengo una mala noticia.
- ¿Cuál?- pregunté.
- Jessie J no puede venir…
- ¡No! ¿Y eso?- dijo Mamen.
- Le ha surgido otro compromiso al que no puede faltar y…
- ¿Qué Jessie J iba a venir? ¿Cómo? ¿Qué?- Elvira y sus cacaos mentales.
- Sí, pero al final…
- ¡Chicos sois los mejores, en serio!- dijo feliz.
Louis estaba confuso.
- Pero si al final no puede venir…
- Ya, y es una faena. Pero lo habéis intentado, y eso es lo que cuenta.
- Oh, ¡ven aquí!- Elvira y Louis se dieron un abrazo.
La noche caía y nos lo estábamos pasando perfectamente. La música estaba al máximo y las ganas de fiesta no disminuían. Me hacía mucha gracia la forma de bailar de Zayn, era malísimo.
Estaba bailando con él cuando Mamen me sorprendió.
- Paula, ¿vamos a por la tarta ya? Es que son casi las 12.
- Vale, buena idea.
Fuimos a la cocina con Zayn y cogimos la enorme tarta del frigorífico. En ella había una foto de los 8 juntos y se podía leer ‘Felices 18 Elvira, por éstos y por muchos más que vendrán’.
Zayn avisó a Niall para que apagara las luces y aparecimos por el salón con las velas de la tarta encendidas mientras todos cantábamos Cumpleaños Feliz.
- Dios, ¡sois los mejores, en serio! ¡Os quiero mucho!- Elvira estaba al borde de las lágrimas.
Elvira sopló las velas y Harry cortó y repartió un trozo a cada uno. Era de chocolate, la debilidad de Elvira.
Había estado vigilando el comportamiento de Mamen y Harry durante la fiesta. Un poco reacios. Los había visto hablar en un par de ocasiones, pero enseguida lo dejaban. Hablaría con Mamen para que fuese ella la que diera el primer paso.
- ¡Hora de los regalos!- grité yo.
- ¿¡He oído regalos!?- exclamó Elvira.
Le llevé el regalo y lo abrió con ansiedad.
- Oh Dios mío… ¡son preciosos!
Mamen y yo le compramos unos tacones negros preciosos, altísimos, que llevaba pidiendo sin parar desde que llegamos.
- Esto también.
Mamen le dio una pancarta llena de fotos de las tres juntas, otras con los chicos... nos la habíamos currado tela.
- Dios, todo es genial en serio, ¡os quiero muchísimo!- dijo mientras nos abrazaba a las dos.
Harry y Louis le regalaron un cheque de compra en Top Shop, una tienda muy conocida de moda juvenil en Londres, con un valor de 200 libras. Elvira se volvió loca. Niall dijo que la invitaría a comer a Nando’s en cuanto pudiera, y Zayn le regaló una chaqueta de béisbol americana en la que ponía detrás ‘Elvira’.
- Chicos sois los mejores, ¡muchísimas gracias!- dijo mientras los abrazaba.
- Toma.- le dijo Liam.
- ¿Qué será?- dijo Elvira entusiasmada.
Cuando lo abrió notamos que se emocionó mucho. Era una foto enmarcada de ellos dos con una vista de la ciudad de Londres detrás preciosa. Elvira siempre había dicho que esa foto era su favorita.
- Liam, yo…
- Espera, que hay más.
- ¿Más?
- Sí, mira.
Liam sacó un sobre del bolsillo y se lo tendió a Elvira.
Elvira lo abrió y se quedó boquiabierta.
- No puede ser…- musitó.
- ¿Qué es? A ver…- me acerqué a verlo.- No…
- ¡Liam eres el mejor! Te amo, te amo, te amo.- dijo mientras se acercaba a él y lo besaba.
Eran unos billetes para un crucero por el Caribe, Liam los tenía reservados desde el día que empezaron a salir.
- Muchísimas gracias amor, en serio.
Los demás invitados le trajeron detallitos, ya que apenas la conocían.
La noche caía, y yo iba conociendo a los amigos de los chicos. Me di cuenta de que estaban igual de locos que ellos, al menos la mayoría. Ed era un amor, y nos cantó un par de canciones.
Yo estaba sentada en las rodillas de Zayn, charlando tranquilamente con él, cuando se nos acabaron las bebidas.
- Voy a por un par más.- me ofrecí.
Fui a la cocina, estaba desierta. Normal, eran casi las 3 de la mañana y ya no quedaba comida.
Iba a llevar las bebidas cuando oí una voz:
- ¡No lo sé!
Al principio no reconocí esa voz, pero más tarde caí en la cuenta.
- Venga Mamen, sabes que te gusto.
- Sí, me gustas, y por eso me voy.
Estaba tan concentrada hablando con Zayn, que no me había dado cuenta de que Mamen y Harry llevaban un rato sin aparecer por el salón. Y resulta que ahí estaban, como hacía una semana, en el jardín. Y yo espíandoles. Exactamente igual que la vez anterior. Mi conciencia me dijo que me alejara, que me fuera, pero evidentemente, y como era normal en mí, no lo hice.
Mamen quería irse, pero Harry la retuvo por el brazo.
- En serio, quédate, háblalo conmigo. Sé que puedo hacerte feliz, lo sé.
Mamen lo miró, meditando la situación.
- Harry, teóricamente sigo con mi novio. No puedo hacerle esto. ¿No lo entiendes?- preguntó Mamen.
- ¿Lo quieres?
- Harry…
- ¿Lo quieres?- repitió él.
Mamen se quedó pensativa, y vi que una lágrima recorría su cara.
- No lo sé Harry. Sí, supongo que sí. ¿Sabes? 4 años dan para mucho Harry, para mucho, y no es normal que me entren dudas. Nunca las había tenido hasta…- se le cortó la voz.
- …hasta que aparecí yo,- siguió Harry.- ¿no es así?
- Sí.- susurró Mamen.
Harry iba acortando distancias, tenían mucha tensión acumulada.
- ¿Por qué te fuiste con tu familia?- preguntó Mamen.
- Quería pensar… aclararme…
- ¿Aclararte? ¿Respecto a qué? Harry, no me conoces tanto.
- Llevas dos meses en Londres, creo que te conozco. Y si no fuera así, ¿qué más da? Tenemos todo el tiempo del mundo para conocernos.
- Harry, yo tengo una vida en España.
- ¿Y qué? Tu vida ahora mismo está aquí.
Harry llegó a Mamen, sus pieles se rozaron.
- Has puesto mi vida patas arriba.- susurró ella.
- ¿Acaso no es eso emocionante?
Harry acortó toda la distancia que existía entre sus labios y los de Mamen.
Ese fue el momento en el que decidí irme, ya había visto suficiente, y ese momento era privado.
El alcohol empezaba a arderme en la sangre, y debía parecer bastante asombrada, ya que Zayn se acercó a mí rápidamente.
- Eh, ¿estás bien?- me preguntó.
- Harry, Mamen… jardín.- mi tartamudez era notable. En fin, era una cosa con la que he vivido toda mi vida.
- ¿Qué Harry y Mamen están el jardín… otra vez? Dios, no quiero saber como acabará esto.
- Se han besado Zayn, yo lo he visto.
- ¿En serio?
- Sí.
- Un momento. ¿Mamen lo dejó con su novio?
- Eh… no, no.
- ¿Y qué hace con Harry? No entiendo nada, Paula.
- Ni yo. No estamos para pensar. Dejémoslo.
En ese momento vimos a Elvira, entrar en el salón. Por supuesto, con un cubata en la mano.
- ¡Menudo fiestorro!- gritó.
Se acercó a mí.
- ¡Aparta! Apestas a alcohol.
- ¡No me amargues y disfruta!
Yo empezaba a marearme, y me senté en el sofá negro tan cómodo que había.
Me quedé observando a Elvira. No paraba de hacer tonterías.
Al cabo de media hora apareció Mamen bruscamente por la cocina.
- Me voy.- y salió del salón.
- ¡Mamen! ¡Espera!- le grité. Salí corriendo detrás de ellas.
- ¿Qué?
- Me voy contigo.
- Da igual.
- Mamen, me voy contigo.- le miré de una forma a la que no se podía negar a nada.
- Está bien, recoge rapidito.
Volví al salón.
- Paula, no te vayas.- Zayn me conocía bien, sabía mis intenciones y me miraba suplicante.
- No puedo dejarla sola en ese estado Zayn, entiéndelo. Mañana te veo, te lo prometo. ¿Liam?
Liam me miró.
- Dime.
- ¿Te puedo dejar a cargo de Elvira esta noche? Hay un problemilla con Mamen y… bueno, tú sabes.
- Claro, sin problema, Paula. Me la llevo a mi casa a dormir y ya está. Pero, ¿va todo bien?
Miré a Zayn.
- Sí, no te preocupes, que ahora te cuente Zayn.
- Vale.
Le di un abrazo a Liam y Zayn me acompañó a la puerta.
- Te veo mañana.- le dije.
Me dio un abrazo y me besó.
- Te quiero mucho, Paula.- me besó en la frente.
- Y yo a ti, Zayn.
Mamen me estaba esperando en la calle. No dijimos nada hasta que cogimos un taxi fuera de la urbanización.
- Mamen…- empecé a decir.
- Lo sé.- me cortó.
- ¿Qué sabes?
- Sé que lo has visto.
- ¿Qué?- estaba confundida.- ¿Cómo lo sabes?
- Te he visto irte de la cocina.
- Ah.- me había pillado. Como la otra vez.
- Paula, me siento tan mal…
- No te preocupes, has hecho lo que sentías.
- No Paula, no. No tengo perdón. ¿Qué voy a hacer?
- Tía, pasa de todo por hoy, mañana será otro día.
- No hay tiempo para pensar. Está todo decidido.
- ¿Decidido? ¿Qué hablas, Mamen?
- Mañana me vuelvo a España.