Subimos
al loft, estaba en la primera planta del bloque. Era increíblemente grande, más
o menos… 280
metros cuadrados. ¡¡Una pasada!! Yo lo estaba flipando. No
sé que íbamos a hacer las tres en un piso tan grande. Bueno, describo la casa.
El salón era inmenso, tenía 3 sofás y una pedazo de tele… 50 pulgadas. Era un
salón moderno, muy bien decorado, juvenil. Había un balcón enorme con plantas,
y teníamos en primera fila el Big Ben, no podía ser más bonito. La cocina
estaba pegada al salón, era de colores negros y blancos. Los dueños estaban en
el taco, no había duda. Nos metimos dentro de la casa, tenía 4 habitaciones. ¡Oh
Dios mío! Había una morada. Me la pedí al momento. Estaba llena de mariposas de
colores y muchas fotos de lugares preciosos, playas, montañas… Olía a frutas y
a bosque. Vaya habitación. Había otra azul, la que mamen se pidió. Tenía fotos
de mares y faros, y olía especialmente bien, a brisa marina. Era una habitación
en la que entrabas y te transmitía calma. Y la última era verde, para Elvira.
Tenía fotos de plantas y animales. De paisajes maravillosos en los que llovía.
Olía a tierra mojada. Cada habitación tenía un sofá pequeño de su color, una
cama de matrimonio, y una tele pequeña. Había un cuarto de baño en cada
habitación, en colores tierra, con bañera de hidromasaje y mucho lujo. Había
otra habitación que tenía una mesilla de té y una Wii y el último modelo de la Play Station. Había unas
estanterías con muchísimos juegos. Otra habitación era preciosa, con una cama
de matrimonio enorme. Decidimos que ahí es dónde íbamos a dormir la mayoría de
veces, que en una casa tan grande las tres teníamos que estar juntas.
Nos
instalamos, guardamos la ropa en los armarios y nos pusimos lo más cómodo que
teníamos, estábamos muy cansadas. Traíamos comida de España, lo guardamos todo.
Inmediatamente me dirigí a la tele.
-
¡Qué, chicas! ¿Damos una vuelta?- dije entre risas. Obviamente estaba de coña.
-
¿Bromeas, no? Me voy a dormir.- Elvira desapareció del salón. Qué sosa de
verdad.
-
Hay que ver Elvira… - dijo Mamen.- Ahora voy contigo Paul. ¿Quieres algo de
beber?
-
Tráeme una Coca-Cola porfi.
-
Estupendo.
Mamen
se acercó a mi y me dio el refresco.
-
Graaaciaaaas.
-
¿Qué ves Pauli?
-
Pues nada, la verdad es que no estoy mirando la tele. Estaba pensando en lo
perfecto q ue es todo esto. Todavía flipo
tía. Es… increíble.
-
La verdad es que si… sigo sin creerme que ya tengamos la selectividad, y no
tengamos que seguir estudiando hasta el año que viene. ¡Tenemos un año entero
para nosotras!
- ¡Sí!
Es flipante que nuestros padres nos hayan dejado tomar un año de descanso y
aplazar la universidad. La verdad es que nos lo merecemos.
Era
cierto, habíamos trabajado muy duro para conseguir nuestro sueño, un año en
Londres, todo pagado, solo disfrutar. Y con todo aprobado con buena nota.
-
Sí Pauli, ahora es nuestro momento.
-¡A
disfrutar se ha dicho!
Y
mientras reíamos Mamen y yo, pusimos la tele y nos hicimos unas palomitas. Pero
el sueño pudo con nosotras y nos acostamos en la cama doble nosotras, ya que no
había quien despertara a Elvira de su sueño.
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