Zayn
se puso tenso. Elvira, Mamen y Louis parecían nerviosos. Los chicos se quedaron
tan normales, claro, ellos no sabían nada, pero al ver la cara de los demás
supusieron que pasaba algo gordo, y pusieron cara interrogante.
-
Dame el teléfono.- dijo Zayn.
-
No.- Louis se acercó a él para calmarlo.
-
Yo lo mato…- susurró él mientras se sentaba. ¿Pero qué le pasaba?
-
Zayn, relájate, es lo mejor.- le dijo Elvira. Zayn la miró y cerró las manos en
puños.
Y
todo esto pasó en apenas dos segundos.
-
Tengo que hablar contigo.- dijo Edu al otro lado de la línea.
-
Sí.- sólo fui capaz de decir eso. Mi mente estaba bloqueada, no pensaba, no
actuaba.
- ¿Dónde
estás?- ¿a qué venía esa pregunta?
-
¿Importa mucho eso?- me puse borde.
-
Sí.
-
¿Qué quieres?- quería terminar con esa conversación cuanto antes.
-
¿Qué te pasa?
-
¿En serio me lo preguntas?
-
Me estoy hartando de preguntas.
-
Pues no las hagas.
-
Tenemos que hablar.
-
¡¡Pues di ya lo que sea, joder!! No des más rodeos, y habla.
Aunque
no me entendía, porque estaba hablando español, al ver que me ponía nerviosa, Zayn
se levantó, pero le hice un gesto para que se volviera a sentar. Tapé el móvil.
-
Sé hacer esto sola.
Se
volvió a sentar.
Edu
no contestaba. A la mierda con todo. Le eché un par de huevos.
-
Mira Edu, sé lo que has hecho, y sé que no me has llamado para pedirme perdón.
Sólo te callas porque no sabes como decírmelo. ¿Pues sabes que? Que eres un cobarde,
y que debería haberle hecho caso a mis amigas y no salir contigo. Porque en
cuanto has podido me has dado la puñalada. Así que o te piensas algo bonito que
decirme, o me dejas, o yo qué sé qué coño vas a hacer, pero dímelo ya, porque
yo no puedo seguir así.
Mamen
y Elvira me miraron. Yo empezaba a tener lágrimas en los ojos, y Zayn me dio la
mano. Eso me dio fuerzas.
-
Quiero dejarlo. Por un tiempo.- dijo él.
-
Pues yo no quiero un tiempo. Yo, con las cosas claras, o nada.
-
¿Me estás dejando?- todos me miraban atentos, aunque los chicos no me
entendían.
-
No, has sido tú el que lo ha dicho.
-
No me rayes.
-
No te rayes tú solo…- poco a poco empecé a decaer… ¿y si me había pasado?
-
¿Pero cuál es tu problema?
-
¡Tú eres mi problema!
-
¿Por qué?- ¿me estaba vacilando?
-
Coño Edu, ¡me has puesto los cuernos!
-
¿Pero cómo sabes tú eso?
-
Venga hombre, estaba cantando. Ni siquiera viniste a despedirme al aeropuerto.
Y el otro día por teléfono…
-
Pues mira sí, te los he puesto. Y además no me arrepiento. A saber lo que has
hecho tú por ahí, con los ingleses.
-
No te voy a negar que haya tenido oportunidades, pero antes de hacer nada pensé
en ti. Ya veo que tú no hiciste lo mismo.
-
No me vengas en plan victimita eh.
-
Es que yo soy la víctima. Yo no te he hecho nada, has sido tú joder.
-
Mira sí, te dejo, ¡no quiero volver ha verte! ¿Piérdete, vale? Quédate con los
inglesitos de mierda a los que tanto quieres.- colgó.
Me
quedé con el móvil en la oreja unos segundos. No podía creérmelo, ¿cómo podía
tener tanta cara? ¿Cómo podía haberme hecho eso? Qué arrepentida estaba de no
haberle hecho caso a mis amigas…
Empecé
a recoger mis cosas.
-
Paula…
-
No Zayn, estoy bien.- trataba de mantener el control- Me voy.
-
Te acompaño.- se levantó.
-
¡No! ¡Necesito estar sola!- le grité. Sabía que me iba a acabar arrepintiendo
de haberlo hecho, pero en ese momento no podría soportar la compañía de nadie.
Todos se quedaron atónitos. Elvira y Mamen me conocían y sabían lo que yo
necesitaba en ese momento, y me miraron comprensivas. Terminé de recoger mis
cosas.
Cerré
la puerta de un portazo y me fui a casa con lágrimas en los ojos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario