Zayn
giró la cabeza en el mismo momento en el que pronuncié ese nombre. Hizo ademán
de levantarse, pero lo paré.
- No.
-
Pero…
-
No.- le repetí.
Se
sentó de mala gana en la silla mientras Edu se acercaba.
-
Por fin te encuentro.- dijo Edu cuando llegó a la mesa.
-
¿Qué?- estaba confusa.
-
Perdone señorita, ¿este chico le molesta?- me preguntó un camarero.
Abrí
la boca para contestar, pero Zayn lo hizo por mí.
-
Sí.- afirmó sin levantar la mirada del plato.
-
Bien. Señor, acompáñeme, por favor.
-
¡Espera!- le dijo Edu al camarero.- Paula, tengo que hablar contigo.
-
Ya veremos luego.
-
Señor, venga conmigo.- repitió el camarero.
-
¡Pero yo quiero hablar contigo ahora!
-
Edu, que te vayas de aquí, joder.- al hablar en español, las caras tanto de
Zayn como del camarero eran de incomprensión.
-
No quiero volver a tener que repetírselo, señor. Acompáñeme.
Edu
se fue resignado de la sala con el camarero.
Cuando
el ambiente se hubo calmado, y la gente dejó de mirarnos, Zayn me miró.
-
¿Qué coño hace tu ex en Londres? No, mejor, ¿qué coño hace tu ex aquí, ahora, y
hoy?
-
Zayn, yo sé lo mismo que tú.
Abrió
los ojos como platos.
-
¿No sabías que estaba aquí?
-
Por supuesto que no.
-
No entiendo nada.- dijo confuso y enfadado.
-
Yo tampoco, joder.
Los
minutos se hicieron siglos, parecía que la cena nunca se iba a terminar. Zayn
intentaba sacar tema de conversación, pero yo estaba abstraída, en mi mundo, y
apenas respondía con monosílabos.
Al
fin terminó. Tenía ganas de reunirme con Edu y averiguar por qué estaba allí.
Salimos
del restaurante y ahí estaba él, sentado en un banco. Era de noche, era tarde,
apenas había gente en la calle. En cuanto me vio se levantó del banco y vino
corriendo hacía mí. Zayn me cogió la mano y se colocó en posición defensiva, lo
cual no me gustó en absoluto, y le dije que se calmase.
-
Tengo que hablar contigo.- dijo Edu cuando se hubo acercado a nosotros.
-
Habla.- le ordené.
-
Eh… a solas.
-
Adiós.- dijo Zayn en español, tuvo hasta gracia. Me tiró de la mano para que le
siguiera.
Miré
a Edu mientras caminaba y él me seguía.
-
¿He venido aquí, a Londres, para hablar contigo, y cuando consigo encontrarte
después más de dos semanas esperando a verte, sentado en el mismo puto banco
todos los putos días, en frente del Big Ben, tú vas y te piras? ¿Así, sin más?
Me
paré en seco y le solté la mano a Zayn.
-
¿Cómo dices?
-
Digo que…
Zayn
le interrumpió.
-
Dile al imbécil ése que hable en inglés, que yo también quiero enterarme. Y de
paso insúltale de mi parte, o haz algo, pero que sepa que no me cae bien y que
le voy a partir la cara como haga algo raro.
-
No le voy a decir la última parte.- Zayn puso los ojos en blancos.- Dice que…
-
Ya, ya. Me lo imagino. Bueno que te explico…
-
Que hables en inglés Edu, que hables en inglés o me voy.
-
Sabes que no se me da bien…
-
Vamos a ver, sabes que a mí no puedes mentirme, sé que eres bilingüe Edu, te
recuerdo que salimos casi 5 meses. A otros podrás irles con el rollo ése de
“malote” que no estudia y todo eso, pero a mí no.
-
Joder, vale.- Empezó a hablar en inglés, lo cual relajó a Zayn.- Llevo
esperando a verte alrededor de dos semanas, he venido aquí, en frente del Big
Ben todas las noches, sé que es tu sitio favorito de Londres y…
-
Espera. ¿Cómo lo sabes? No he hablado contigo desde… bueno, ya sabes.
Zayn
se limitaba a observar la escena cabreado.
-
Le pedí a algunos amigos que averiguaran cosas. En qué parte de Londres estabas,
en qué calla vivías, el número de piso… ya que yo fui gilipollas y no me
interesé por saberlo cuando todavía estabas allí. Pero lo único que averiguaron
era que pasabas mucho por el Big Ben, y que vivías en el centro de la ciudad.
-
¿Cómo…?- Dios, vaya lío tenía.- No entiendo nada.
-
Da igual, el caso es que, en resumidas cuentas, vine aquí a ver si te
encontraba, y lo he hecho.
-
¿Me estás diciendo que viniste a Londres, que es 10 veces más grande que
Sevilla, para probar suerte buscándome, y que sólo sabías que me gusta el Big
Ben?
-
Más o menos.
-
Tú estás loco. En serio, ¡¿tienes un problema?!
-
No. Oye, encima de que vengo…
-
¡Es que nadie te lo ha pedido, Edu!
-
Creía que te ibas a alegrar de verme.
-
¿Cómo me voy a alegrar? Estás mal, en serio, muy mal.
-
¿No me echabas de menos?
-
Vamos a ver, hay varias cositas, pequeños detalles, que no te quedan claros.
Fuiste un capullo. Me pusiste los cuernos. Y luego lo dejamos. ¿Qué parte de
“no quiero volver a verte” es la que no entendiste?
-
Yo sí te echaba de menos.- se limitó a decir.
-
Sin embargo no me echabas de menos cuanto te liaste con la tía esa.
-
¿Cuándo me vas a perdonar por eso? La cagué, ¿vale? Joder, lo siento.
Me
sorprendí, nunca le había escuchado pedir perdón.
-
Gracias a Dios, me has pedido perdón. Vale, te perdono. Y ahora dime, ¿qué
haces aquí?
-
Quería verte.
-
¿No era más fácil…?
-
Quería verte.- repitió.
-
Vale, he oído suficiente.- Zayn se hizo presente. Casi se me había olvidado que
estaba ahí, no había hablado en todo ese tiempo.- A ver, ¿tú te crees que por
venir aquí y pedir perdón arreglas la cagada suprema que hiciste? ¿Pretendes
llevarte de vuelta a la que ahora es mi novia? Tú te crees que no, pero le
hiciste mucho daño, tío. Que cuando ella estaba mal, adivina quién estuvo ahí.
Exacto. Fui yo. Y no otro. Yo estuve ahí desde el principio, intentando
recomponer el corazón que tú rompiste.
-
Y vaya si lo conseguiste, ¿no? Que se enamoró de ti y todo, ¡que bien lo
hiciste, campeón!
-
Mira, no me vaciles que quiero tener la fiesta en paz.
-
A ti lo que te pasa es que te crees superior por estar en un grupo de mierda y
tener loquitas a millones de tías por todo el mundo. ¿Qué coño ven las tías en
ti?
-
No te pases, Edu.- le advertí.
Pero
pasó de mí.
-
Aprende a hacer música y luego me haces un llamacuelga, ¿sí?
Supe
en ese mismo momento que Edu la había vuelto a cagar. Zayn se tomaba muy en
serio su música, y no iba a permitir que ningún niñato se metiera con ella.
Zayn
le miró fijamente a los ojos, alzó la comisura de su labio superior, sonrió
sarcásticamente y levantó el puño derecho. Directo a la cara.
Edu
cayó al suelo del tremendo golpe, y yo fui tras él.
-
Zayn, ¡¿te has vuelto loco?! ¡¡Llama a una ambulancia inmediatamente!!- corrí
hacia Edu y me agaché para ver cómo estaba.
-
Paso.
-
¡Zayn, ven aquí!- le grité.
Era
tan tarde que no había nadie en la calle.
Zayn
se acercó y se agachó conmigo, pero Edu saltó a por él.
Empezaron
a pegarse fuertemente. Yo gritaba pero ellos no me echaban cuenta.
-
¡¡Que paréis, joder!!
Seguían
pasando de mí, y decidí separarlos. Me daba igual si recibía algún puñetazo, a
ese paso iban a matarse.
Me
metí en medio de la pelea.
-
¿Queréis dejarlo de una puta vez?
Miré
a ambos lados. A Edu le sangraba mucho la nariz y Zayn tenía un ojo medio
morado y rasguños por los brazos. Yo lo que tenía era unas ganas de llorar
inmensas.
-
Pero…- se intentó quejar Edu, pero no le dejé.
-
¡Ni peros ni mierdas! Que lo dejéis y punto, joder. Que parecéis dos niños
chicos de mierda pegándose por un caramelo. Voy a llamar a una ambulancia.
-
Estate quieta.- me dijo Zayn.
-
¿Le has visto? Tiene rota la nariz, ¿no te has fijado?
-
Ostia, verdad.- Zayn empezaba arrepentirse.
-
¿Qué?- Edu se llevó la mano a la nariz.- ¡Mi nariz! Joder, me duele mucho.
Se
abalanzó sobre Zayn, pero lo frené.
-
O te estás quieto, o te juro que te mando a España a patadas. Y ahora ponte
bocabajo y tápate la nariz, si no quieres desangrarte.
Edu
se sentó en el suelo e hizo lo que le dije, Zayn fue al banco. Yo llamé a la
ambulancia, en 10 minutos llegaría.
-
¿Qué, os sentís mejor?- no contestaron.- Lo que debería hacer es coger mi bolso
y salir pitando a mi casa. Dejaros aquí, solos, y que Dios haga lo que quiera
con vosotros, porque es lo que os merecéis. Pero no, me voy a quedar aquí
esperando a que venga la jodida ambulancia. ¿Por qué os peleabais? Ya ni me
acuerdo.
-
Se ha metido con mi música.
-
Me ha robado a mi chica.- se acusaron a la vez.
-
A ver, uno por uno. Zayn, ¿qué más da lo que piense este imbécil de tu música?
Porque a mí me da igual. ¿Qué pasa, joder, que no eres tan maduro como para
eso? Y tú, Edu, te recuerdo que no estábamos juntos, que quedamos en dejarlo.
Así que él no te robó nada, te encargaste de perderme tú solito.- Zayn sonrió.-
Quita esa sonrisa, que el que ha empezado la pelea eres tú. La violencia no es
la solución, Zayn. Joder, tú eres el tío más pacífico que conozco, ¿qué te ha
pasado?
-
No sé… me ha puesto de los nervios. Entre lo que te hizo, que se pone a
vacilarme… no sé, joder.
-
No me sirve, no es escusa. Las cosas se hablan.
-
Ya lo sé.
Me
sentía como si yo fuera la madre, y mis dos hijos se hubieran peleado por
cualquier tontería.
-
Lo siento, tío. No quería… bueno, no quería llegar a esto.- se disculpó Zayn.
-
No pasa nada, tío, si no hubiera sido tan gilipollas… no habría pasado nada.
Probablemente ni estaría aquí.
Zayn
se levantó y le dio la mano a Edu.
Yo
me senté en el banco. Me alegraba que de perdonaran, pero sabía que Zayn nunca
le perdonaría que hubiera sido tan capullo conmigo.
Llegó
la ambulancia y curaron rápidamente a Edu, sin embargo Zayn no quiso que lo
tocaran, dijo que no era nada, pero se puso una mini bolsita de hielo en el
ojo. La ambulancia se fue y nos quedamos los tres solos.
-
¿Dónde vives?- le pregunté a Edu.
- A
dos minutos de aquí, me puedo ir solo.
-
No, te acompañamos.
Zayn
me miró con mala cara, y Edu se dio cuenta.
-
No hace falta, de verdad.
-
Que sí.
-
Bueno…
Estaba
viviendo con un amigo suyo que vivía en el centro.
Al
despedirse le di mi nuevo número y le dije que me llamara al día siguiente, se
acercó a darme un beso en la mejilla, y le dio la mano a Zayn.
-
Hasta mañana.- le dije.
Mientras
volvía al loft con Zayn, le eché la bronca.
-
¿Cómo se te ocurre pegarle? No es propio de ti, Zayn.
-
No sé, Paula, fue un momento de rabia, había mucha tensión, y se me escapó el
puñetazo.
-
Pero, joder, pegarle… mira lo que tienes en la cara.
-
No pasa nada, no me duele.
-
Me da igual. Se podría haber evitado, joder.
-
Lo sé, lo siento…
-
Anda, que no quiero ser dura contigo. Pero tienes que saber que si Edu ha
venido a Londres es por algo.
-
Ése tiene malas intenciones, Paula, que te lo digo yo. Lo he visto en sus ojos.
-
Yo creo que solo ha venido a disculparse…
-
¿Y monta ese pollo solo para disculparse? Venga ya, Paula.
-
No sé, prefiero no pensar en eso.
-
Vaya aniversario hemos tenido, ¿eh?- rió sarcásticamente.
-
Ya vendrán mejores.- le sonreí.
Los
tacones me mataban, ya estábamos en la esquina de la calle, pero me los quité.
-
¿Vas a andar descalza?- me preguntó Zayn.
-
Sí, no queda anda para llegar.
-
Anda, ven aquí.- me hizo un gesto para que fuera a sus brazos.
-
¿No pretenderás cogerme, no?
-
Claro. ¡Cómo si fuera la primera vez que te cojo!
-
Pero tienes los brazos hechos polvo…
-
¡Anda ya! Ven aquí.
Me
subí a sus brazos y me cogío hasta que llegamos al piso.
Se
tumbó en el sofá, yo fui al cuarto, me desabroché un poco el vestido y fui a
por el botiquín.
Cuando
fui al salón, Zayn estaba medio dormido, pero sus heridas no se iban a quedar
sin limpiar. Así que fui sigilosamente hacia él y abrí el botiquín.
-
¿Qué haces?- me preguntó adormilado.
-
Voy a curarte.
-
Mmm… enfermera sexy, cúreme.
-
Eres idiota.- me reí.
La
luz tenue ambientaba el salón mientras curaba a Zayn.
-
Hoy ha sido todo ha sido tan raro…
-
Tranquila, ya pasó, mañana será otro día, y será bueno.- me dijo mientras me
besaba.
-
Contigo, todos los días son buenos.
Joder, que interesante. Me encanta la novela completamente. Sube el siguiente lo antes que puedas por favor :)
ResponderEliminarAmooooooooooor, no tardes tanto en colgar capítulo, por favor. Este capítulo me ha encantado. El tema de la pelea y Zayn celoso *-* TE QUIERO.
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